La semana de exámenes finales puede ser el momento más estresante para un estudiante, ya sea de secundaria, universidad o posgrado. Asegúrate de que estás preparado para tus exámenes con estos consejos de estudio, que pueden ayudarte a conquistar tus finales. Sigue esta lista a medida que se acerque la semana de los exámenes finales (cuanto antes te prepares, mejor) para que puedas superarlos de principio a fin:

1. Crea tu propia guía de estudio.
Aunque muchos profesores proporcionan una guía de estudio, crear la tuya propia puede ayudarte a comprender mejor el material. Esquematizar la información importante que necesitas aprender puede ser útil, tanto para crearla como para consultarla durante tus estudios.
2. Haz preguntas.
Tus profesores y ayudantes están ahí para ayudarte. Hazles preguntas sobre el material y el examen para que estés preparado cuando llegue la hora del examen.
3. Asistir a la sesión de revisión.
Las sesiones de repaso ofrecen información vital sobre el formato del examen, lo que aparecerá en él y los conceptos clave en los que debes centrar tus estudios.
4. Empiece pronto.
Si siempre empiezas antes de lo previsto, nunca estarás empollando la noche antes de un examen. ¡Casi siempre rendirás mejor al hacerlo!
5. Organizar una sesión de estudio en grupo.
A veces puede ser útil estudiar en grupo. Evalúa si estudiar con otras personas será beneficioso tanto para la asignatura como para tu proceso de aprendizaje.
6. Estudia cosas que no estén en la guía de estudio.
Las guías de estudio no siempre son exhaustivas: son sólo sugerencias de los principales conceptos que hay que aprender. Utiliza tu guía de estudio para lo que ha sido concebida: una guía. Asegúrate de rellenar los espacios en blanco con información relacionada.
7. Tómate descansos.
No serás capaz de memorizar o comprender todo el material a la vez. El equilibrio es la clave: asegúrate de recompensar el aprendizaje con descansos para recargar las pilas y relajarte.
8. Descansa bien.
Hay mucho que decir sobre una buena noche de sueño. Asegúrate de estar bien descansado para poder concentrarte al máximo durante los exámenes.
9. Crea un horario de estudio y síguelo.
Dividir el material en partes que realmente puedas alcanzar puede ser muy beneficioso. De ese modo, puedes hacer un seguimiento de lo que has logrado en lugar de mirar el panorama general y sentirte abrumado.
10. Prioriza tu tiempo de estudio.
Algunos exámenes serán más difíciles que otros, otros te resultarán más fáciles de preparar. Algunos valdrán más que otros. Asegúrate de evaluar todos tus exámenes para tener en cuenta y determinar todos los factores implicados, de modo que puedas estudiar en consecuencia.
11. Estudiar para el estilo de examen.
Si es tipo test, tendrás que saber definiciones y conceptos. Para los exámenes de ensayo, céntrate en tu comprensión de todos los conceptos presentados, con ejemplos en mente.
12. Ponte a prueba.
Si piensas y creas preguntas de examen reales, probablemente te familiarizarás más con lo que necesitas estudiar y, de paso, te familiarizarás con el tipo de lenguaje que aparecerá en el examen. Haz un borrador de las posibles preguntas del examen y examínate a ti mismo para que puedas establecer expectativas sobre aquello en lo que debes centrarte.
13. Reúnete con tu profesor o asistente técnico.
A menudo, reunirse con un instructor, ya sea un profesor o un asistente técnico, puede darte consejos útiles sobre qué estudiar y cómo prepararte para el examen.
14. Reorganiza tus notas.
Evalúa y reorganiza tus apuntes en lo que es importante, resumiendo los conceptos importantes, las fechas de las fórmulas y las definiciones para que sean fáciles de entender.
15. Toma tu ritmo.
Asegúrate de mantener la concentración y no agotarte. Una buena forma de conseguirlo es ir a tu ritmo en lugar de pasar la noche en vela. Puedes hacerlo fácilmente siguiendo consejos como empezar temprano, crear un horario de estudio y tomarte descansos cuando sea necesario.
16. Enseñar a los compañeros de clase.
Aprender enseñando es un método que funciona de verdad. Si trabajas con un compañero de estudio y os explicáis los conceptos mutuamente, estaréis reaprendiendo el material de nuevo. Es una forma estupenda de reforzar lo que has aprendido y ayudar a alguien mientras tanto.
17. Gira tu enfoque.
Cambiar de asignatura es una forma útil de aprenderlo todo para los exámenes y, al mismo tiempo, evitar agotarse con un solo tema. Asegúrate de cambiar antes de que se te nublen los ojos. Así podrás seguir estudiando durante más tiempo sin perder la concentración.
18. Codifícalo por colores.
Crea un sistema que te permita codificar por colores el material que va a aparecer en el examen según sea más importante, menos importante, etc. Esto te ayudará a centrarte en la información más pertinente y a priorizar el material.
19. Visualiza.
Si eres un estudiante visual, puede ayudarte crear mapas mentales o diagramas para visualizar cómo se relacionan entre sí los conceptos que estás aprendiendo. Esto es especialmente beneficioso cuando se aprenden conceptos que se basan en la comprensión de otros, como en los cursos de ciencias.
20. Haz que sea divertido.
Es más fácil concentrarse si te adaptas al estudio haciéndote preguntas, creando acrónimos o recompensándote por un trabajo bien hecho. Crea un plan de juego -literalmente- que te permita realizar tareas y ser recompensado por cada una de ellas.
Por ejemplo, ¿por qué no recompensarse con un trozo de chocolate o un sorbo de café después de haber completado un nuevo capítulo, o concederse cinco minutos de tiempo libre por cada trozo de material que asimile? Incluso puedes añadir factores divertidos como potenciadores cada vez que aprendas una nueva definición y pierdas una vida, lo que significa que añades otra definición a tu lista, ¡cuando te equivoques en una respuesta!
Fuente: fastweb.com