Desde aplicaciones para smartphones que eliminan las distracciones hasta la elección del lugar adecuado para estudiar, he aquí cinco formas de trabajar de forma eficiente, dejando tiempo de sobra para divertirse.
▶ La tecnología no es el enemigo: puede que los smartphones y las redes sociales estén contribuyendo a erosionar nuestra capacidad de atención, pero también hay muchas apps que ayudan a reconstruirla. Prueba Anti-Social para bloquear el acceso a Facebook y Twitter, o Isolator, que oculta todo lo que hay en tu escritorio excepto aquello en lo que estés trabajando. Si tienes suficientes aparatos para permitirlo, considera la posibilidad de limitar tus actividades por dispositivo: consulta Facebook sólo en tu teléfono y trabaja sólo en tu portátil, por ejemplo.
Fortalece el músculo de la atención gradualmente: utiliza un temporizador para concentrarte únicamente en el trabajo durante periodos muy breves -sólo cuatro o cinco minutos, si puedes- y luego tómate un descanso cronometrado de 10 minutos para hacer lo que quieras. Aumenta gradualmente la duración de las pausas. Pero no te olvides de hacer pausas: cuanto mejor consigas concentrarte, más importante será alejarte de la pantalla.
Trata de usar un "desprogramador": Neil Fiore, entrenador antiprocrastinación, sugiere hacer un horario semanal que muestre todo excepto el estudio privado: tus clases, comidas, sueño, etc. Asegúrate de añadir también muchas cosas "divertidas". Cuando veas el poco tiempo que te queda para estudiar en solitario, te resultará más fácil concentrarte. Y como has programado algo de diversión, no caerás en la mentalidad de que la vida es sólo trabajo, trabajo, trabajo.
▶ Haz un plan de "próximas acciones" la noche anterior: es mucho más probable que pierdas el tiempo en Internet si no has decidido de antemano en qué vas a trabajar. Piensa en próximas acciones tangibles. "Trabajar en una redacción sobre antropología" es demasiado vago. Por el contrario, las próximas acciones "factibles" pueden incluir la búsqueda de fuentes específicas o el esbozo de secciones concretas de un proyecto.
▶ Elige el lugar adecuado para estudiar: parece obvio, pero un rincón alejado de la biblioteca es mejor lugar para concentrarse que una sala de estar compartida. Crear una asociación mental entre un lugar físico y el estudio hará que sea más fácil entrar en un estado de concentración. Seguir una rutina regular también ayudará: si siempre empiezas a trabajar justo después de desayunar, nunca tendrás que perder tiempo ni energía decidiendo cuándo empezar.
Fuente: theguardian.com
